Billete de ida

Hoy mi mejor amiga se va a vivir a Budapest. Me da envidia, siempre me ha gustado eso de romper con todo y empezar de nuevo en un sitio diferente. Poner el contador a cero siempre trae cosas buenas y te ayuda a poner los pies en la tierra y situarte en el mundo en todos los sentidos.

Este tipo de decisiones van muy ligadas a la manera de ver la vida que tenemos cada uno y a nuestras experiencias vitales. En mi caso, el inconformismo o el aburrimiento de la rutina "ataca" cada 2-3 años. Lo positivo es que gracias a esas ansias de cosas nuevas he vivido en Los Ángeles o París, he tenido mi propia empresa o he podido disfrutar de 6 meses sabáticos haciendo única y exclusivamente lo que me apetecía. La parte más fea es que siempre tienes la sensación de que te falta algo y que tu vida no está completa, algo así como una inquietud permanente, a parte de la inseguridad que generas en tu entorno más cercano.

Toda la suerte del mundo V. No dudes que este viaje sin billete de vuelta será cojonudo. No hace falta que te diga que te echaré muchísimo de menos y que poca gente tiene la suerte de tener una amistad tan heavy como la nuestra. Disfruta a tope que la vida no da muchas oportunidades. Buen vuelo.

Un buen verano

Empezó raro, con noticias no muy buenas, cambio de planes y demasiada inquietud. Sin embargo, está siendo un gran verano.

Cádiz fue otro Cádiz, pero igual de divertido. Asturias fue y será -me queda la última etapa- la de siempre y con los de siempre y Madrid ya vuelve a ser Madrid pero con la gente justa y los planes improvisados que me gustan.

Y Estambul e Ibiza a la vuelta de la esquina. Dicen que lo que mal empieza, mal acaba. Y yo digo que no.

Professional daters

Me resulta curiosa la capacidad innata de algunos de tener citas clónicas en cortos espacios de tiempo. Con citas clónicas me refiero a planes con tías en los que lo único que cambia es eso: la tía.

Conozco y he vivido diferentes versiones de este tipo de tío... El más convencional se limita a repetir restaurante (mesa incluída) y gin tonic posterior en sitio apetecible y los más aventajados llegan incluso a repetir destino de vacaciones o casa rural de fin de semana con sus sucesivos ligues. Los más "profesionales" son capaces de ir varias veces a ver la misma obra de teatro y muchas del Escorial (algunas os reiréis cuando leáis esto) hicimos exactamente la misma excursión en moto el mismo verano allá por finales de los 90.

Ayer, comentando esto con un grupete interesante que pasan de los 40 unos decían que todo se reduce a una cuestión de ego y vanidad. De la necesidad permanente de gustar y sentirse aceptados sin más objetivo que el de impresionar a la de turno. Otros, más primitivos, lo reducían a las necesidades más básicas...

Nos preguntaban cómo veíamos nosotras a estos organizadores compulsivos de citas (yo los llamo "professional daters") y la verdad es que aunque a todas nos mola que nos propongan planes apetecibles, siempre mola más saber que en cierta manera es un plan especial o pensado exclusivamente para tí. Pensar que eres una más resta puntos y le quita cierto atractivo al personaje en cuestión.

Pero sigamos jugando, que de eso se trata. Lo importante es tenerlos identificados y que no nos vendan la moto.

De pueblo

Ayer, cenando con unos amigos de toda la vida, comentábamos la suerte que es tener un sitio al que volver todos los veranos. Un sitio que sentimos como nuestro y al que nos unen no sólo las raíces familiares sino toda nuestra infancia, nuestra adolescencia, el presente y ojalá todos los años que nos queden por delante.

Muchos vivimos en Madrid y otros en Oviedo. A algunos les veo mucho en invierno y a otros nada, pero da igual. Nuestros abuelos eran amigos, nuestros padres lo son y los hijos de los que ya son padres empiezan a hacer pandi.

Grao ha cambiado mucho pero sigue teniendo vida de pueblo y en el fondo sigue igual que siempre. Me encanta que salir a comprar la prensa (un trayecto de 100m) se convierta en una hora con varias paradas a saludar, café en el Express mientras comentamos si hace dia de playa (en Asturias hay dos temas recurrentes: el tiempo y la comida), compra en el Alimerka y encuentros con amigos de mis abuelos, ya mayores, con las clásicas frases de todos los veranos: "¿Cuándo llegaste?", ¿Cuando marchas?" o " mucho te pareces a tu tía fulanita".

Para todos nosotros el verano es Asturias, aunque nos escapemos unos días de nuestras vacas a destinos con sol asegurado. Y aunque son veranos más tranquilos que los de hace 10 años, seguimos haciendo los mismos planes y seguimos disfrutando con las mismas cosas: las fiestas de prao, las espichas improvisadas, Santiago y Santa Ana, las excursiones a Luarca o Ribadeo los días de lluvia, la fabada de Casa Florinda, la carne guisada de Pepe el Bueno y las charlas hasta las mil en alguna casa recordando millones de anécdotas.

Estos días hemos coincidido en casa casi toda la familia. Y mola ver que a mis primos y sus hijos esto les divierte. Que los más pequeños juegan, igual que hacíamos nosotros, en el parque de Arriba, que los de 13 siguen yendo en bici al río a comer pipas y que los de 20 llegan a las 7am después de coger el último FEVE desde Pravia.

Y mañana hay mercao en la Plaza, pero eso se merece un post aparte. Igual que los motes. Quien tenga pueblo sabrá de que estoy hablando.

Cuestión de química

Sería incapaz de contar las veces que he podido tener con mis amigas la clásica conversación de domingo por la tarde que gira en torno a por qué nos quedamos tan "enganchadas" a los tíos después de "dormir" con ellos, cuando muchas veces en realidad son tíos que ni siquiera nos importan demasiado o que tenemos muy claro que no tienen mucho futuro en nuestras vidas.

Pues como todo lo que sucede en el ser humano, una vez más, la respuesta está en el hipotálamo y la culpable (para variar) es una hormona: la oxitocina, la misma hormona que las mujeres segregan durante el parto y que está relacionada con la afectividad y la ternura. Así que olvidaros del amor romántico, que todo se reduce a un neurotransmisor cerebral.

Y sí, también hay una explicación química en por qué los hombres se duermen después de tener relaciones sexuales. Según leí la semana pasada en una revista inglesa, la corteza del cerebro que se encarga de mantener consciente a una persona, se "apaga" en los hombres después del sexo. En este caso, la culpa no es del hipotálamo si no de la amígdala, que libera sustancias que inducen al sueño, como la serotonina y los opiáceos.

Así que chicas, dejad pasar 48 horas (tiempo en el que por lo visto se pasan los efectos de la maldita hormona), apagad los móviles (no hace falta que os diga por qué) y no os obsesionéis con haber encontrado al hombre de vuestra vida.

Respecto a ellos, ya sabemos la explicación de por qué se quedan dormidos... ahora solo falta averiguar el nombre de la hormona que les hace vestirse y salir corriendo a las 7 de la mañana.

Primeros pasos

Por fin tengo un blog... Y me invade cierta sensación de quedarme en pelotillas ante el mundo, igual que cuando hablé en la radio por primera vez hace ya algunos años (mis primeras palabras fueron la combinación de la lotería primitiva en el informativo de las 3am... menudo estreno!) o cuando me cambié de cole con 16 años y no quería bajarme del coche de mi padre en la calle Castelló.

Pero son sensaciones que me gustan, que me dan vidilla... Primeros pasos siempre hacia cosas buenas y diferentes. No prometo nada, solo divertirme y pasar un buen rato.

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Covix