sábado, 18 de agosto de 2012

De pueblo

Ayer, cenando con unos amigos de toda la vida, comentábamos la suerte que es tener un sitio al que volver todos los veranos. Un sitio que sentimos como nuestro y al que nos unen no sólo las raíces familiares sino toda nuestra infancia, nuestra adolescencia, el presente y ojalá todos los años que nos queden por delante.

Muchos vivimos en Madrid y otros en Oviedo. A algunos les veo mucho en invierno y a otros nada, pero da igual. Nuestros abuelos eran amigos, nuestros padres lo son y los hijos de los que ya son padres empiezan a hacer pandi.

Grao ha cambiado mucho pero sigue teniendo vida de pueblo y en el fondo sigue igual que siempre. Me encanta que salir a comprar la prensa (un trayecto de 100m) se convierta en una hora con varias paradas a saludar, café en el Express mientras comentamos si hace dia de playa (en Asturias hay dos temas recurrentes: el tiempo y la comida), compra en el Alimerka y encuentros con amigos de mis abuelos, ya mayores, con las clásicas frases de todos los veranos: "¿Cuándo llegaste?", ¿Cuando marchas?" o " mucho te pareces a tu tía fulanita".

Para todos nosotros el verano es Asturias, aunque nos escapemos unos días de nuestras vacas a destinos con sol asegurado. Y aunque son veranos más tranquilos que los de hace 10 años, seguimos haciendo los mismos planes y seguimos disfrutando con las mismas cosas: las fiestas de prao, las espichas improvisadas, Santiago y Santa Ana, las excursiones a Luarca o Ribadeo los días de lluvia, la fabada de Casa Florinda, la carne guisada de Pepe el Bueno y las charlas hasta las mil en alguna casa recordando millones de anécdotas.

Estos días hemos coincidido en casa casi toda la familia. Y mola ver que a mis primos y sus hijos esto les divierte. Que los más pequeños juegan, igual que hacíamos nosotros, en el parque de Arriba, que los de 13 siguen yendo en bici al río a comer pipas y que los de 20 llegan a las 7am después de coger el último FEVE desde Pravia.

Y mañana hay mercao en la Plaza, pero eso se merece un post aparte. Igual que los motes. Quien tenga pueblo sabrá de que estoy hablando.










2 comentarios:

  1. Estamos en el salón de casa, llueve tras los cristales y la gente se va despertando de una siesta que ha proseguido a un marmitako...

    Nos espera una tarde de juego, merienda y paseo con chubasquero.

    Eduardo te manda un beso muy fuerte y te da la enhorabuena por el blog.

    Te enviamos todos un abrazo fuerte desde Somao!

    AdL

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  2. Gracias chicos! Qué ilusión que me leáis y que os guste el blog. Anita no pude despedirme... Jajaja... Vaya tela... Mil gracias por acogerme tan bien! Un besito y a ver si nos vemos más en Madrid!

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