En paz

Han sido semanas convulsas... De inquietud interior pero sobre todo de reconstrucción personal... De análisis profundos, de mirar hacia dentro y darme cuenta de muchas cosas que no sabía que convivían en mi, mientras soñaba con que llegara ese día en el que me sintiera bien, tranquila, contenta y en paz. He sufrido pero también he aprendido... De mi y de los demás... Me he dado cuenta de que aunque las cosas no sean como nos gustarían, siempre hay otra perspectiva. Ese ángulo muerto que pocas veces se ve pero que está ahí y que sí le dedicas un rato aporta mucho. Lleno de sorpresas, de cariños que tenías olvidados, de gente que escucha y te ayuda a sentirte mejor. He descubierto una Covita distinta... No se sí mejor o peor que la de hasta ahora en situaciones parecidas, pero si una Covita de la que me siento orgullosa. Quizás poco racional, incluso débil a veces, pero muy transparente y muy de verdad. Sabía que ese proceso vital, esa travesía del desierto vivida con esa intensidad tan dolorosa me llevaría a buen puerto o por lo menos a aceptar la realidad desde un punto de vista que me hace sentir bien. Sin un mal pensamiento, sin miedo a nada, agradecida, asumiendo mis errores y convencida de que la vida me colocará en el sitio adecuado.